20 de Julio de 2008, Bogotá, palacio de los deportes, esa fue la fecha exacta para vivir una experiencia que llegó gracias al buen trabajo y excelente momento por el cual pasaban estos amigos míos que aún siguen sacando discos y haciendo rock. Oscar Correa me llamó por teléfono y dijo: "Japs, le vamos a abrir a Muse, ¿Se imagina?".
The Hall Effect una de las bandas que más tocaba en los bares de rock que existían en Bogotá, decidieron dedicarse sólo a tocar. Por esos días los sitios accedían a dejar tocar bandas de rock solo si dentro de su repertorio hacían covers, claro eso hoy puede sonar un poco descabellado, pero en la primera década de los 2000 era la regla. Movidos por su fuerte convicción de llevar la música a muchos oídos, los T.H.E. aceptaban; así hicieron que su banda la escucharan muchos y entre canciones de artistas extranjeros, iban metiendo su repertorio original, conformado por tracks muy bien logrados como "Aim At Me" o "Become".
Su sonido era brutal, Charry guitarrista de la banda, tenía un gusto tremendo para lograr el sonido que nadie más en esta ciudad podía lograr con una guitarra; los que le conocen saben que siempre lo primero en que invertía era en gear para sonar cada vez más como los artistas extranjeros que amábamos. El set de pedales y su configuración era un laboratorio andante, era pornografia para los geeks de los efectos, escuchar esa guitarra en cada show era lo que pagaba la cargada de dos amplificadores Roland Jazz Chorus, un rack de piso de 120 cm para el rocktron y un rack de 6 espacios para delays, fuentes de poder y convertidores midi. Los otros integrantes no se quedaban atrás; Andrés en la batería tenía un punch tremendo, usaba twin y siempre estaba buscando sonidos de platos diferentes. Douglas, bajista, tenía un sonido muy profundo con su bajo de 5 cuerdas, logró combinar el low end de su instrumento con un fuzz o algunos octavadores que se probaban constantemente. Oscar, el cantante, tiene la voz como pocos aquí. El nivel y la calidad musical de T.H.E. los hicieron estar por un buen rato en el ojo de la pequeña escena capitalina; por ellos bandas como The Mills y V For Volume encontraron también un espacio en un nicho que casi nadie se atrevía a buscar.
La banda formó su equipo de trabajo con personas que tenían mucha experiencia y ademas ganas de echarse al hombro el esfuerzo titánico de posicionar una banda de rock en este país. Julio Correal era su manager en ese momento, y haciendo sus primeros esfuerzos culturales, lo acompañaba Juan Quiroz. Este equipo no solo trataba de gestionar booking y recursos para la banda, hizo lo que para muchos era imposible con un artista local; lograron ser el telonero de una agrupación como Muse en días en que a Colombia no venían bandas alternativas importantes. El día llegaría y estábamos preparados para subir a la banda en el menor tiempo posible a la tarima cuando Muse terminara su prueba de sonido. Por fortuna los internacionales que estaban a pocos meses de volverse gigantes, nos dejaron tiempo suficiente para hacer una prueba de sonido decente y sin complicaciones.
En la tarima, tuvimos como es de costumbre para un telonero, solo la parte de adelante de la batería para hacer el montaje. Llevamos bueno equipos para el show, pero nada comparados con el monstruoso y apabullante gear de Muse, el sonido de estos tipos tenia esteroides; el setting de guitarra era cuidadosamente montado por dos guitar tech, uno se encargaba de hacerle la segunda a Bellamy en el cambio de efectos con un clon de su Switcher Rocktron cuando este no alcanzaba a llegar a los pedales, y el otro se ocupaba de tener todo el arsenal de guitarras lista y con las afinaciones perfectas para el momento de los cambios.
La tarima no tenía un solo cable a la vista, todo estaba supremamente organizado, Muse no utiliza monitores de piso, todo el monitoreo es por sistemas in ear, giran con mucho equipo, desde el más insignificante cable hasta las consolas de sala, monitores y luces. En el 2008 no era común trabajar en tarimas tan profesionales como esa, se aprende un montón, siempre estuve muy atento a cada movimiento del staff de Muse, luego nos llevamos ideas en la cabeza para seguir mejorando.
Abrir un concierto de una banda como estas y con el público bogotano de esos años como espectador, eran dos cosas que nos presionaron para construir un concierto de 30 minutos con el mejor set list que podría brindar la banda, a un público que definitivamente le importaba poco escucharlos. Ser telonero es una oportunidad que pocos tienen, pero puede cambiar la historia de una banda para bien o para mal, para aguantar 30 minutos tocando antes de una banda grande como Muse, se necesitan muchas pelotas, experiencia de muchos conciertos pequeños y mucha pasión para conectar con el público o por lo menos para no salir abucheado. The Hall Effect hizo un buen show, sonó bien, claro no éramos Muse, pero les juro que todos dejamos demasiado en esa tarima. Fueron 30 minutos fugaces, que hoy quizá muchos no recuerden, pero que pusieron una medalla más en esta banda que para los que no saben, abrieron una gira completa en Europa de Fiction Planet, banda del hijo de Sting. The Hall Effect también estuvo firmada por un sello francés .
Los amplificadores de Charry en ese show estaban sobre un rack que había comprado yo unos meses antes, era gigante, estorboso realmente, pero le tenía cariño pues era el primer gadget que tenía como roadie. Al final del show se acercó el production manager de Muse y nos pidió venderle el rack, lo iban a necesitar pues tenían algunas cosas más para transportar durante la gira y mi rack era perfecto para eso, la verdad no lo hubiera vendido si no fuera para la gira de Muse. Guardé un billete de 20 dólares como recuerdo de ese día, buen amuleto.
Con The Hall Effect aprendí mucho, hicimos un montón de conciertos juntos; grandes, pequeños, corporativos y algunos memorables como este. Pocos saben lo que se siente tocar antes de una de tus bandas favoritas, pocos saben el esfuerzo y reto que eso implica, muchos piensan que los que tienen esas oportunidades no las merecen, y los que las han tenido y han fracasado en ese intento, le echan la culpa al staff del internacional, eso es un mito, nadie ha saboteado un show en los que me ha tocado trabajar como staff de un telonero. Las bandas que salen bien libradas de un evento como este, es porque saben lo que hacen y tienen claro para donde van. Si usted paga una boleta para ir a un show, dele la oportunidad y valor al que se sube antes de su artista favorito, escúchelo con respeto, porque la súper banda por la que usted pagó también fue telonera en algún momento de su carrera.
Javier Rodriguez
A&R Árbol Naranja
CEO Yagueri
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