La carrera de Lady Gaga ha sido quizá una de las que mayor crecimiento exponencial ha tenido, capaz de superar toda expectativa en la previa era del streaming, el apogeo de YouTube, la caída de la venta de discos y la radio análoga, sin embargo su último disco de etapa pop llamado "Art Pop" fue un total fracaso y cada paso nuevo que daba era como el tatuaje de la muerte artística que se dejaba vislumbrar, demostrando que la figura actual del pop es solo temporal y que todo aquel recuerdo al que apelar es pasajero. Así como grandes canciones que construyó para álbumes anteriores, nada bastó para borrarla en el radar sonoro mainstream por un rato.
Sin embargo aquel tiempo post-art pop lo supo aprovechar muy bien, lanzando un disco en compañía del gran Tony Bennett, creemos que fue algo que desde hace mucho deseaba y que por fin había llegado la hora de aprovechar la oportunidad que tenía. Alejada también de las extravagancias que la habían puesto en el prime time del Jet-Set mundial, la neoyorquina no dejaba pistas de cuando sería su regreso al mundo comercial, hasta hace algunas semanas.
Así lo anunciaron varios medios especializados, el regreso de Lady Gaga se daría en compañía de Mark Ronson y Kevin Parker, algunos sorprendidos por hecho de ver al vocalista de Tame Impala acompañando la nueva producción discográfica de Gaga, aún cuando trabajos anteriores habían tenido la colaboración junto a personajes como Infected Mushroom.
Sí bien los esquemas clásicos del pop que aseguraron el éxito de productores como RedOne y Max Martin se están desbaratando a medida que los servicios de suscripción por demanda avanzan, no todo parece estar dicho en este difuso momento de la industria y las categorías que fijaban el límite entre lo comercial y lo alternativo se vuelven más ambiguas para dejar ver otros niveles musicales en la producción de discos masivos como el "Anti" de Rihanna, permitiendo la incursión de mentes brillantes como la de Parker encargado de llevar ala cultura mainstream "Currents" de Tame Impala.
Además de su participación en "Perfect Illusion" en el nuevo sencillo de la artista, estuvieron también: el hombre detrás del aclamado "Back To Black" de Amy Winehouse, el gran Mark Ronson, el estilista de canciones grandiosas dentro de lo conocido y lo no tan conocido, además de Bloodpop, antes llamado Blood Diamonds encargado de dar vida a "Go" de Grimes, la peor versión de ella según sus fans y algunas canciones del no necesitado "Rebel Heart" de Madonna.
Lo entendemos muy bien, esta nueva canción quiere divorciarse de aquella Gaga pretenciosa que la llevó a su propio abismo por considerarse invaluable para una industria que por más que lo parezca, esas ínfulas de dios detesta, incluso a los mismos dinosaurios de las discográficas que saben que de algún pedazo de carbón con un poco de mercadotecnia algunos millones les sacan.
Por ahora no deja muchas sorpresas, algunos destellos de Parker en la producción que no dicen mucho del nivel de su participación el proceso creativo, algunos alicientes de Ronson y casi que nada de Bloodpop. Solo nos queda una sensación algo agridulce y con las expectativas de ver cuál será el siguiente transito de la cantante en su nuevo trabajo que la ha mantenido metida en el estudio varios meses en compañía de los ya mencionados y otros más como Nile Rodgers, Giorgio Moroder, RedOne y Elton John.
Sin más palabras, acá esta el regreso de Lady Gaga:
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