Efemérides: Un 17 De Abril En La Historia De La Música

1919: Nace Chavela Vargas

Efemérides La Musique celebra el natalicio de uno de los iconos en la música  de Latinoamerica, un día como hoy, en Costa Rica, en 1919 nacía María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, mejor conocida por todos como Chavela Vargas. Su vida fue difícil debido a su relación, casi nula con sus padres, estando desde pequeña bajo la supervisión de otros parientes, se tuvo que enfrentar a grandes adversidades.

Su trabajo artístico se dio ya en la etapa de su adultez, donde arraigada a la cultura mexicana se transforma en toda un alma del despecho, de la desgarradora soledad de los amores que parten, del alcohol como forma de escape, de lo efímero en el tiempo pero perdurable en el corazón. Su mayor influencia y su gran amigo fue José Alfredo Jiménez Sandoval, compositor e interprete mexicano con quien compartió desde muy joven y a quien también vio morir, suceso que marcó su vida fuertemente.

Sus primeros trabajos en la música se dieron por la década de los 50 donde comenzó a cantar en algunos sitios conocidos dentro de México, allí poco a poco se fue rodeando de círculos artísticos que la fueron acogiendo, incluyendo e impulsando y no necesariamente músicos, sino también pintores, escritores y cineastas. 

Su primer álbum fue lanzado en el año 1961, a sus 42 años y a partir de ese momento hasta su muerte no paró de grabar y cantar mas que para rehabilitarse del alcoholismo al cual se había apegado.

Muchas de las canciones que interpretó, si bien no eran suyas, fueron gracias a ella que se convirtieron en un emblema del dolor de aquellos que por amor sufrían, muchas de ellas eran poemas de autores amigos, llegando no solo a México, país que la vio crecer y en el cual recibió nacionalidad, sino que también logra llegar hasta continente  europeo, entonces su música ya no es solo una tradición latina sino que se convierte en un icono mundial.

Tras inconvenientes cardiacos, despues de una larga vida, a sus 93 años, en el año 2012, fallece, dejando un legado inigualable que se seguira repartiendo por generaciones, pues, la tristeza, hace parte de cada uno de nosotros y cada vez que la sintamos, estará ella, con su guitarra y su voz de bajo. 

"...Ten cuidado,

María Tepozteca,

la noche fue mía

y se quedó muy quieta..."